Investigación, análisis y opinión del humanismo contemporáneo


Compromiso ético

1. BASES CONCEPTUALES: el ser humano, los momentos humanistas, la experiencia como punto de partida, metodología del pensar, ética de la acción,  construcción social y ética de la no-violencia. 2. COMPROMISO ÉTICO: declaración


Bases conceptuales

Si bien la doctrina del Humanismo Universalista es de una gran amplitud y riqueza, podemos destacar los siguientes puntos como la base conceptual sobre la que se construye esta nueva visión sobre el ser humano, la sociedad y la historia.


El ser humano

El Humanismo Universalista define al ser humano como el ser histórico cuyo modo de acción social transforma su propia naturaleza. Un ser abierto al mundo, de dimensión histórico social, cuya conciencia es activa y cuya actividad es transformadora del mundo de acuerdo con su intención. Intención lanzada a la superación del dolor y el sufrimiento, que lo lleva a humanizar la naturaleza, la sociedad, su propio cuerpo y a si mismo.


Los momentos humanistas

El Humanismo Universalista destaca la existencia de momentos humanistas en la historia de las diferentes culturas, en los que se pueden detectar las siguientes características:
  • ubicación del ser humano como valor y preocupación central,
  • afirmación de la igualdad de todos los seres humanos,
  • reconocimiento de la diversidad personal y cultural,
  • tendencia al desarrollo del conocimiento por encima de lo aceptado como verdad absoluta,
  • afirmación de la libertad de ideas y creencias,
  • repudio a toda forma de violencia. 

La experiencia como punto de partida

El Humanismo Universalista desarrolla su doctrina partiendo de la experiencia humana. No parte de ideas, teorías o abstracciones, sino de la observación de la propia experiencia. Esto lo lleva a realizar sus desarrollos incluyendo al observador en estructura con el fenómeno observado y no desde una pretendida objetividad dada por no considerar cómo el observador afecta lo observado. Esta posición del observador lleva a ejercitar la descripción rigurosa, propia de la fenomenología, antes que su interpretación desde una teoría; lo cual se expresa en un método que busca no solo la explicación, sino fundamentalmente la compresión de lo estudiado

En este sentido y en esencia, la Psicología Humanista parte de la experiencia de lo existente como estructura conciencia-mundo.

La conciencia, además, se experimenta abierta al mundo y en permanente dinámica. Es esta estructura dinámica la base de la experiencia humana de la que parte la doctrina del Humanismo Universalista.
Desde estos fundamentos se desprende una metodología del pensar y una ética de la acción.


Metodología del pensar

Se observa en la conciencia una doble capacidad. Por una parte, la de captar los fenómenos de los mundos externo e interno; y por otra, la de intentar ordenar y dar sentido a lo que se experimenta, a través del pensamiento. Es desde los registros del pensar y la observación de los mecanismos que lo constituyen que se puede fundamentar una metodología del conocimiento basada en la “experiencia del pensar”. Los desarrollos más generales del pensar permiten, a su vez, la formulación de un conjunto de principios y leyes universales.

El CMEH propone, para sus estudios e investigaciones, un método basado en la observación de la experiencia del pensar. Este método, junto con los principios y leyes universales, conforman una estructura coherente que facilita la comprensión de los problemas abordados. (Principios, leyes y método se desarrollan en el libro "Método Estructural Dinámico", Jorge Pompei, CMEH 2008).

El Método se presenta como un conjunto de procedimientos analítico-sintéticos que permite ordenar los fenómenos que se estudian y facilitar su comprensión. Su ejercicio tiende a reeducar el modo de encarar el aprendizaje y el modo de comprensión, siendo una herramienta de transformación del que investiga y del mundo que lo rodea.


Ética de la acción

Teniendo la experiencia como punto de partida, la validez de los actos de conducta no se puede ponderar sino por el registro que de ellos se tenga. Por esto, más que una valoración moral externa, el Humanismo Universalista propone “Principios de Vida” que se relacionan con el registro interno y orientan la conducta hacia la realización de “acciones válidas”.

Los indicadores que permiten identificar estas “acciones válidas”, es decir aquellas que dan sentido, coherencia y crecimiento interno, son:
  • el registro de profunda distensión al ser realizados,
  • el deseo de ser repetidas,
  • la sensación de crecimiento interno.
Por el contrario, aquellas acciones que producen contradicción entre lo que se hace con lo que se piensa y se siente, debilitan el desarrollo interno de las personas. En términos sociales, la relación con los otros debe a su vez considerar no perjudicar a los demás con la propia acción, y para que esto sea coherente con lo anterior habrá que considerar la regla de oro que enuncia “trata a los demás como quieras ser tratado”.

Esto constituye una escala de valores en cuyo punto más alto se pone la coherencia, una nueva moral para la que no es indiferente cualquier tipo de acción, una nueva aspiración que implica ser consecuentes en el esfuerzo por dar dirección a los acontecimientos humanos.

Las actividades solidarias genuinas, aquellas que buscan el bienestar del conjunto más que los propios intereses, van en esta dirección y aportan al crecimiento de la sociedad humana. Por su parte la búsqueda del conocimiento o su aplicación también deben tener un necesario marco ético que exija que la investigación y utilización del conocimiento sólo puedan estar a favor del crecimiento de la vida humana y nunca generar o justificar su daño o destrucción.

Es por esto que el CMEH propone que la investigación científica deba ser acompañada por un “Compromiso Ético” que explicite y comprometa a los estudiosos e investigadores a utilizarla solo a favor de la vida humana. Este “Compromiso Ético” se constituye entonces en el fundamento de toda investigación y orienta la dirección mental del investigador, que simultáneamente al desarrollo de su acción, profundiza un proceso de transformación de sí mismo.

Esta y no otra puede ser la finalidad del conocimiento, que por otro lado es patrimonio del proceso humano y que será entonces un “buen conocimiento”.


Construcción social y ética de la no-violencia

El Humanismo Universalista aspira a la construcción de una Nación Humana Universal como meta del proceso social humano. Pero trabajar por este objetivo conlleva una metodología de la acción coherente con su ética. Esta metodología es la No-Violencia.

La No-Violencia puede ser comprendida como un sistema determinado de conceptos morales que rechazan la violencia, así como una estrategia de lucha consistente en la denuncia sistemática de todas las formas de violencia que ejerce el sistema.

Reconoce entre sus antecedentes las acciones desarrolladas por Mahatma Gandhi, Martin L. King y Kwame Nkrumah entre otros.

A diferencia del pacifismo que es una denuncia contra el armamentismo, la No violencia se constituye en un método de acción y un estilo de vida. Este método de acción conjuga la coherencia interna de pensar, sentir y actuar en la misma dirección, con la coherencia social de tratar a los demás como uno quiere ser tratado.

El ser humano, en su movimiento hacia la libertad, es decir en su lucha por superar las condiciones de dolor y sufrimiento, encuentra en la metodología de la no-violencia una herramienta de transformación del medio histórico-social coherente con la construcción de la Nación Humana Universal y con su propio registro interno de unidad.

Compromiso ético

Explicación previa
El humanista y científico Salvatore Puledda realizó el 7 de enero de 1989 en Florencia, capital del humanismo histórico un homanaje a Giordano Bruno, Galileo Galilei y tantos otros precursores de la ciencia actual. En aquella ocasión se manifestó entre los asistentes el compromiso de luchar decididamente para que el avance de la ciencia sea puesto al servicio del ser humano.


Declaración de Compromiso Ético
"Estamos en un mundo en el que muchos están dispuestos todavía a vender su conocimiento y su saber para cualquier finalidad. Esto ha llevado a cubrir nuestro planeta con máquinas de muerte. Otros han utilizado el propio ingenio para inventar medios con el fin de manipular, acallar y adormecer la conciencia de la gente.
Pero también están, en distintas latitudes, los hombres y mujeres que utilizan la Ciencia y el Conocimiento para superar la miseria, el hambre, el dolor y el sufrimiento, para dar voz y confianza a los oprimidos.
Hoy, en los comienzos del tercer milenio, la supervivencia de la Humanidad está amenazada y sobre nuestra Tierra se cierne una pesadilla de violencia, guerra y hecatombe nuclear.
Por ello, expresamos hoy nuestro compromiso de utilizar los conocimientos sólo para el bienestar y el desarrollo del ser humano."
Elijo y me comprometo
a impulsar el desarrollo del conocimiento
por encima de lo aceptado como verdad absoluta.
Me comprometo a aplicar este conocimiento
sólo para el bienestar del ser humano,
para la superación del dolor y del sufrimiento.
"El buen conocimiento lleva a la justicia.
El buen conocimiento lleva a la reconciliación.
El buen conocimiento lleva, también, a descifrar lo sagrado en la profundidad de la conciencia.
Hacemos un llamamiento desde aquí a todas las universidades, сolegios, institutos de investigación, organizaciones sociales y culturales, para que se instituya este compromiso ético, a fin de lograr que el conocimiento se utilice sólo para vencer el dolor y el sufrimiento, para humanizar la Tierra."