Investigación, análisis y opinión del humanismo contemporáneo


Olivier Turquet: La necesidad de un periodismo ético

Los eventos del mundo nos plantean numerosas dudas. La pluralidad de la información de sus medios exige al periodista moderno elegir qué publicar y por qué. Frente a la respuesta simple "aquello que vende" surge otra respuesta "aquello que es justo", "aquello que es moral". Y que tenga además un punto de vista muy claro.

Por Olivier Turquet | Pressenza IPA | marzo 19, 2012

Pressenza internet, 3/17/12 Reflexionaba en estos días sobre la necesidad de definir mejor un periodismo ético, un periodismo noviolento, humanista. Lo discutimos a menudo en nuestra redacción virtual, dispersos come estamos por los distintos rincones del mundo: chat, email, llamadas de teléfono; a veces logramos incluso vernos. Discutimos y no siempre estamos de acuerdo, aún cuando todos participamos de la misma redacción e incluso del mismo movimiento.

Así aporto al debate interno y lo abro también a nuestros lectores, tratando de acercarme a la idea de un periodismo ético; esperando con esto poder recibir otros aportes al respecto.

En primer lugar creo que sea bueno aclarase qué no es: no es el periodismo basado en las ganacias. No publico algo porque vende; menos aún si lo quieren nuestros auspiciantes; no lo publico tampoco para hacerle un favor a alguien, incluso a mis amigos; eso se llama propaganda y tenemos numerosos ejemplos de esto en la historia y también en la situación actual: los videos falsos e incontrolados de las masacres de turno en el país que debe ser invadido el próximo mes, como para quedarnos en la actualidad.

Una forma tal vez algo más sutil que la simple propaganda es la manipulación que cree poder orientar a las conciencias hacia falsas necesidades y falsas razones: el temor de lo diverso, pobres contra pobres (que se salve quien pueda!), la crisis económica (y sus presuntas soluciones) como un hecho indiscutible y que no admite alternativas, como para dar un ejemplo.

Por lo tanto, sintetizando: no vendo, no hago favores a nadie, no hago propaganda, no promuevo la manipulación.

¿Y en positivo, qué es?

En primer lugas una clara declaración del punto de vista. Todavía hay quienes creen, ingenuamente, que los medios relatan lo que sucede en el mundo. Los medios, inevitablemente, cuentan una parte de la realidad y lo hacen desde un punto de vista: no es posible de otro modo. La vieja división histórica entre hechos y opiniones típica del periodismo anglosajón está superada: la noticia es una estructura y en esta estructura siempre está el ojo del periodista que mira desde un cierto ángulo, con sus ideas, sus creencias y, sobretodo, sus intenciones.

Así, lo más importante de un periodismo ético es explicitar este punto de vista; la ética humanista, noviolenta, pretende definir un periodismo que ponga el acento en los progresos de la humanidad en la dirección de la humanización, en la crítica radical del sistema mental, económico y de relaciones existente, en el esfuerzo humano por la superación, por la defensa de los derechos humanos, la convergencia en la diversidad, etc.

Sucede que, de buena fe, alguien no explicita su punto de vista, asì como muy frecuentemente alguien lo oculta a propósito, declarando como "natural" una precisa intención humana; el periodismo ético y humanista deberà aclarar quién se equivoca y desenmascarar a quién se oculta.

Un valor importante para nosotros los humanistas es la experiencia; en el periodismo esto se debería aplicar a la intención de estar cada vez más cercanos a lo que queremos relatar; estar siempre en medio a lo que sucede, rescatar la voz de los protagonistas, el lugar del debate entre las partes, confrontando las opiniones, la narración directa de los acontecimientos. En medio de la gente, y no solo cuando se trata del tema de moda sino también y sobre todo cuando se apagan los reflectores mediáticos: ¿en qué va lo de los indignados? ¿acaso desaparecieron? Claramente no, desaparecieron sólo de la escena mediática, no de aquella humana.

Otra cosa frente a la que estar atentos es lo que Chomsky llama el "bandolerismo semántico": usar las palabras con otro propósito, falsificar su significado hasta hacer decir exactamente lo contrario: la "guerra humanitaria" es un ejemplo clásico; hacer aparecer a los manifestantes noviolentos como violentos porque "violan las leyes civiles" y, bloqueando una calle, generan disturbios a la quietud pública...

En fin, yo creo que debemos rescatar también algunos elementos del periodismo clásico que no han dejado de ser instrumentos válidos de trabajo: citar las fuentes, dar a los lectores la posibilidad directa de confirmar lo que escribimos, el derecho a réplica, la confirmación escrupulosa de los hechos citados.

Porque, en el mundo de la hiperinformación, sobre todo y del contrario de todo, informar es una gran responsabilidad; es un excelente modo de colaborar al surgimiento del mundo del futuro, ese mundo al que todos aspiramos.

1 comentario:

  1. Spain:

    9 de Germinal. Día de los alisos. ¡Ardieron las avenidas!... Pulsar "Entrar" en:

    http://aims.selfip.org/spanish_revolution.htm

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