Entrevista a Alberto Montero Soler | albertomontero.com/ | Junio 11, 2012 | rebelión.org
Profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga y presidente de la Fundación CEPS.
Rescate, intervención, ayuda desinteresada. ¿Qué término te parece más adecuado?
Desde el gobierno lo están llamando de diferentes formas recurriendo a
los eufemismos más esperpénticos pero sólo se puede denominar
apropiadamente de una forma posible: se trata de un rescate en toda
regla. No hay más, a pesar de que se trata de vender argumentando que se
circunscribe exclusivamente al sistema financiero y que la
condicionalidad que impone (es decir, las condiciones que debe cumplir
la parte receptora), también se ciñe al sistema financiero.
Sin embargo, la declaración del Eurogrupo [1]
explicita que la condicionalidad no se ceñirá tan sólo al sistema
financiero sino que afectará también a la evolución de las reformas
estructurales y al proceso de equilibrio fiscal, es decir, se extenderá
al conjunto de la economía. De eso no nos debe quedar la más mínima
duda.
¿La más mínima duda?
La más mínima.
Sea una cosa o la otra, ¿quién ha sido rescatado, ayudado o intervenido? ¿España? ¿El sistema financiero español?
Aunque en términos técnicos el rescate se ceñiría aparentemente al
sistema financiero en un sentido amplio podemos afirmar que ha sido
rescatada España, en su conjunto. ¿Por qué?
En primer lugar,
porque aunque condicionalidad del rescate se ciñera exclusivamente a la
intervención directa sobre el sistema financiero, no por ello deja de
ser una intervención externa sobre un ámbito de ejercicio de la
soberanía española, lo que ya permitiría afirmar que ha sido intervenida
España.
En segundo lugar, porque como he señalado en la
respuesta anterior, la declaración del Eurogrupo contradice lo que han
anunciado de Guindos y Rajoy y extiende la supervisión al proceso de
consolidación fiscal y las reformas estructurales. Precisamente, desde
la Comisión se viene instando a España a que aumente el IVA, alargue la
edad de jubilación o profundice la reforma del mercado de trabajo. Ya
veremos cuánto tardan en aplicarse esas reformas.
Y, en tercer
lugar, porque a medida que se disponga de los fondos para reestructurar
el sistema financiero, habrá que atender al pago de los intereses de esa
deuda (al parecer, el tipo de interés se situará en torno al 3%). Esto
significa que, dado que existe un compromiso de reducción del déficit
público a medio plazo, deberá detraerse el dinero de otras partidas
presupuestarias y ya sabemos que ahí las de gasto social suelen ser las
grandes damnificadas.
¿Quién nos –perdón por el “nos”- ha dejado esta cantidad que se aproxima al 10% del PIB español? ¿Qué institución la recibirá?
En principio, nos la prestan a través de los dos fondos de rescate que
ha creado Europa. El primero, la Facilidad Europea de Estabilidad
Financiera, o fondo de rescate temporal; y el segundo es el Mecanismo
Europeo de Estabilidad, o fondo de rescate permanente, y que entrará en
vigor el día 1 de julio. El dinero de esos fondos proviene tanto de las
aportaciones de los Estados miembro como del endeudamiento de los mismos
y, en el caso español, se usarán recursos de ambos fondos.
El
dinero se canalizará en España a través del FROB (Fondo de
Reestructuración Financiera Bancaria), creado al inicio de la crisis y
que es una institución pública (gracias a ello ha podido articularse el
rescate por esta vía). El FROB será el encargado de inyectar los
recursos en las instituciones que lo soliciten, bien en forma directa de
capital bien a través de instrumentos convertibles, esto es,
obligaciones que pueden convertirse en capital.
Has comentado antes algo pero déjame insistir: ¿a qué interés se ha prestado? ¿Cuándo hay que empezar a devolver?
Aún no se conocen los detalles pero se habla de un tipo de interés del
3%, que se suele contraponer al tipo de interés del 6% para vender que
se está accediendo a los fondos en unas condiciones muy ventajosas. Sin
embargo, no se dice que el BCE inyectó a los bancos, entre finales de
2011 y primeros de 2012, un billón de euros a un 1%.
Los plazos de devolución aún no se han establecido.
¿Por qué no se ha acudido a los mercados?
Porque se trata de una cantidad a la que muy difícilmente podría
acceder el Estado español en estos momentos. El clima de desconfianza
sobre la economía española, dado su profundo deterioro, es tan elevado
que los mercados están prestando con cuenta gotas y exigiendo unos tipos
de interés imposibles de asumir por España.
Insisto
en otro punto que también has apuntado. ¿El préstamo otorga algún poder
sobre nuestra economía a las instituciones prestatarias? ¿Qué poder?
De entrada, la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el
BCE enviarán a sus técnicos, los “hombres de negro” a los que se refería
el ministro Montoro hace unos días, para que supervisen y controlen el
proceso de reestructuración del sistema financiero.
Y, por otro
lado, y como señalaba más arriba, el Eurogrupo ha dejado claro que
mantendrá una supervisión muy estricta sobre la economía y el grado de
avance en el proceso de consolidación fiscal. Todo ello se
traduce, básicamente, en que España se encuentra intervenida y su
soberanía se ha vendido por 100 mil millones de euros.
¿Quiénes tendrán que devolver la cantidad prestada? ¿En qué momentos?
En principio, las cantidades prestadas deben ser devueltas por las
entidades que las demanden pero, en caso de no poder atender la
devolución a su vencimiento, es el Estado el responsable subsidiario
directo. Por lo tanto, nos podemos encontrar, y no es en absoluto
descartable, que acabemos pagando todos el proceso de reestructuración
financiera. Los plazos para la devolución aún no han sido fijados pero se estiman en torno a los tres años.
¿Qué bancos podrán acceder a esa “ayuda”? ¿En qué consiste la limpieza que van a emprender?
Podrán acceder a esa ayuda todas las instituciones bancarias que lo
soliciten de cara a sanearse, capitalizarse y reestructurarse. Eso
significa que, básicamente, emprenderán un proceso de recorte dentro del
sistema financiero que pasará por la reducción del número de oficinas y
el despido de trabajadores en el sector. Igualmente, es previsible que
tengan lugar algunas fusiones con cargo a dichos fondos e, incluso,
podría llegar a darse el caso que alguna de ellas se liquidara.
¿Qué mapa te haces del sistema financiero español en los próximos años?
Pues un mapa mucho más despejado; con bastantes menos entidades y, por
lo tanto, con más poder acumulado en cada una de ellas. Un panorama del
que habrá desaparecido todo atisbo de banca pública y, por lo tanto, de
democratización de acceso al crédito. Un mapa del que ya han
desaparecido la mayor parte de las cajas de ahorro y que, por lo tanto,
aboca a miles de personas a la exclusión financiera.
En la
primera página del diario imperial-global podía leerse esta mañana del
domingo: “Europa vuelve a creer”. ¿En qué cree Europa?
Europa cree en el capital. Ya lo decíamos hace años: esta no es la
Europa de los Ciudadanos sino la Europa del Capital. En estos momentos
lo estamos comprobando a cada paso que se avanza en la “resolución” de
la crisis. Todo apunta a un intento de consolidar una Europa de dos
velocidades, con un núcleo que anda expoliando financieramente a la
periferia y que ahora apuesta por la mayor integración política mientras
deja fuera a las economías menos avanzadas de la Eurozona.
La
pregunta del millón: ¿qué escenarios vislumbras para la economía
española a corto plazo? ¿Estamos tocados, heridos y hundidos?
Mi pronóstico es muy pesimista. La reestructuración bancaria no puede
traer la relajación del crédito, como se ha dicho, porque es imposible
que al tiempo que se están redimensionando a las instituciones hacia una
escala menor se fomente el incremento del crédito. Lo primero que harán
los “hombres de negro” será reducir el ratio de créditos con respecto a
los depósitos y eso implica, necesariamente, un mayor estrangulamiento
financiero. En la medida en que no se reactive el crédito, las
perspectivas de empeoramiento de la economía se agravarán; el desempleo
seguirá subiendo tras la ligera mejora estacional que se produce en
verano y el proceso de deterioro de la economía española seguirá en
picado. Que nadie piense que hemos llegado al final del agujero; el pozo
aún es más profundo.
En tu opinión, ¿qué debe hacer
la ciudadanía? ¿Creer las bondades de la “ayuda”? ¿Aceptarla resignada?
Lo resumo si quieres en términos leninistas: ¿qué hacer?
A
la ciudadanía, a estas alturas de deterioro de la situación económica,
de pérdida de legitimidad de las instituciones democráticas, de
encapsulamiento en la trampa del bipartidismo sólo le queda una opción:
exigir un proceso constituyente que permita recomponer las reglas del
juego sobre otra base. A eso condujeron los procesos de ajuste
estructural impuestos por el neoliberalismo en los años noventa en
América Latina y hacia ello parece que estamos abocados nosotros.
Esperemos que se produzcan antes de asistir al empobrecimiento masivo de
nuestra clase media.
Notas edición:[1] http://www.elconfidencial.com/archivos/ec/ 2012060944eurogrupo.pdf
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